SACSAYHUAMAN, EL MISTERIO MÁS GRANDE DE AMÉRICA
Durante mi primer viaje a Cusco, ciudad símbolo de la cultura andina (junto a Puno y La Paz), visité la imponente estructura de piedra llamada Sacsayhuamán, situada a unos 3555 metros de altura sobre el nivel del mar.
En mi opinión, Sacsayhuamán (del aimara saqsaw waman, lugar donde se sacia el halcón) es el lugar más misterioso de todo el continente americano.
En efecto, cuando los conquistadores pertenecientes al ejército de Pizarro llegaron a Cusco en 1533, quedaron atónitos frente a tan inmenso monumento megalítico de muros ciclópeos de enorme peso.
En mi opinión, Sacsayhuamán (del aimara saqsaw waman, lugar donde se sacia el halcón) es el lugar más misterioso de todo el continente americano.
En efecto, cuando los conquistadores pertenecientes al ejército de Pizarro llegaron a Cusco en 1533, quedaron atónitos frente a tan inmenso monumento megalítico de muros ciclópeos de enorme peso.
Los españoles se preguntaron también cuál misterioso motivo habrían tenido los indígenas, quienes a sus ojos eran “arcaicos”, para construir tal monumento, tomándose tanto tiempo y gastando tanta energía.
Estas preguntas, de unos 477 años de antigüedad, conservan su actualidad.
Ningún estudioso ha presentado pruebas suficientes y exhaustivas de cómo fue construido Sacsayhuamán y, sobre todo, de cuál fue su función.
Nadie sabe tampoco cuándo fue edificado en realidad, aunque recientemente la arqueología oficial sugirió que los indígenas de la cultura Killke erigieron la imponente estructura en el 1100 d.C.
En los últimos años tuve la oportunidad de entrevistar a varios arqueólogos, tanto peruanos como brasileros, y me dio la impresión de que ninguno quiere realmente afrontar el tema de Sacsayhuamán. ¿Por qué?
Ningún estudioso ha presentado pruebas suficientes y exhaustivas de cómo fue construido Sacsayhuamán y, sobre todo, de cuál fue su función.
Nadie sabe tampoco cuándo fue edificado en realidad, aunque recientemente la arqueología oficial sugirió que los indígenas de la cultura Killke erigieron la imponente estructura en el 1100 d.C.
En los últimos años tuve la oportunidad de entrevistar a varios arqueólogos, tanto peruanos como brasileros, y me dio la impresión de que ninguno quiere realmente afrontar el tema de Sacsayhuamán. ¿Por qué?
Por ejemplo, el dato sobre la cultura Killke, ofrecido por un equipo de arqueólogos en el 2008, contrasta con la información clásica etno-histórica que reconocía a los Incas como los constructores de Sacsayhuamán a partir de 1438 d.C., durante el reino de Pachacutec.
En mi opinión, el hecho es que no se puede datar un monumento de piedra sólo porque se encuentren restos de cerámica en sus fundamentos. Según esta lógica, tal vez en 10 años se halle otra cerámica en un estrato de terreno más profundo, perteneciente a una proto-cultura Killke remontable quizá al 900 d.C. Y así, se formulará una datación de la construcción de la estructura de piedra anterior al 900 d.C.
En la zona al sur de los muros están las bases de lo que fueron probablemente tres grandes torres: Muyucmarca, Sallacmarca y Paucarmarca. Mientras que la primera tiene base circular, las últimas dos la tienen rectangular.
La Muyucmarca tenía unos 12 metros de altura y una base con un diámetro de 22 metros. En sus Comentarios Reales, el Inca Garcilaso de la Vega describe a Muyucmarca como una torre que servía como depósito de agua y que estaba conectada a las otras dos por túneles subterráneos.
Se narra que en la batalla de Sacsayhuamán, acaecida en 1536, el Inca
Cahuide se lanzó al vacío desde la Muyucmarca, con el fin de no entregarse a los españoles.
Sobre el origen de Sacsayhuamán fueron escritas decenas de libros y se propusieron las teorías más extrañas para explicar cómo se llevó a cabo su construcción, hecho que hasta ahora está envuelto en el misterio.
Sobre el origen de Sacsayhuamán fueron escritas decenas de libros y se propusieron las teorías más extrañas para explicar cómo se llevó a cabo su construcción, hecho que hasta ahora está envuelto en el misterio.
Al caminar por las calles de Cusco se ven varios libros de presuntos místicos, cada uno de los cuales dice conocer la clave sobre cómo fue erigido el más misterioso sitio arqueológico de América.
Hay quienes opinan que Sacsayhuamán, que era originalmente mucho más grande, puesto que los españoles utilizaron muchas rocas para construir sus casas e iglesias en Cusco, era una ciudad megalítica que reproducía exactamente a la capital del antiguo reino de Atlántida, desaparecido a causa de terribles terremotos e inundaciones.
En efecto, es extraño que las piedras encajen a la perfección entre sí, de manera tal que ni el filo de un cuchillo pueda pasar entre ellas. ¿Cómo fue posible edificar una cosa tan perfecta sin instrumentos modernos de construcción y corte, ni la fuerza motriz, que no apareció hasta el siglo XIX?
En caso de que hubieran estado en minas lejos de Sacsayhuamán, ¿cómo fueron transportadas? Al no disponer de carros ni de animales de carga como bueyes o caballos, se piensa que los pedruscos más pesados fueron deslizados sobre troncos de árboles sosteniéndolos con gruesas cuerdas, como se ve en la última foto, que muestra el desplazamiento de un megalito en la isla de Nías, en Indonesia, en 1915.
Para hacer que un pedrusco encajara perfectamente con otro, los antiguos constructores debieron haber utilizado mazas de piedra más dura que la andesita para poder pulir los vértices de cada uno y unirlo bien con otro.
Existe también la teoría de la existencia de una planta que, mezclada con otras sustancias naturales, volvería la piedra fácilmente maleable, como si fuera plastilina, usada por los niños para jugar.
Aunque se admita que los antiguos constructores de Sacsayhuamán lograron labrar los pedruscos de manera que encajaran entre sí, queda aún el enigma de cómo pudieron levantar piedras de decenas de toneladas de peso para ponerlas unas encima de otras.
Según la teoría oficial, se ponía una base de madera oblicua entre el suelo y la roca utilizada como fundamento. Luego, troncos perpendiculares en los cuales colocar una base de madera en la cual había otros troncos perpendiculares. Sólo sobre estos últimos se transportaba el pedrusco que iba a ubicarse sobre el que estaba abajo. La operación se efectuaba tanto arrastrando como empujando, para asegurar que la roca no se fuese para atrás, y se ponían palos entre los troncos perpendiculares, con el fin de bloquear el posicionamiento. Las cavidades que se descubrieron en algunas rocas servían, según algunos investigadores, para meter troncos, con el fin de sostener la roca antes de ponerla definitivamente sobre otra.
Según mi amigo peruano Paul Mazzei, podría existir otra posibilidad: una vez puestas las rocas más grandes en fila, los fundamentos de la estructura, se procedía a excavar debajo de ellas con el fin de hacerlas hundirse a una profundidad más o menos igual a su altura. Luego, simplemente se ponían otras rocas relativamente más ligeras sobre las primeras, más pesadas. A continuación, se procedía a reducir y aplanar el nivel de suelo de toda el área, con el fin de ocultar la “trinchera” excavada inicialmente.
Después de haber comparado entre sí a muchos lugares arqueológicos de Suramérica, llegué a la conclusión de que Sacsayhuamán fue construido mucho antes que Cusco. En mi opinión, la estructura megalítica era el centro de una ciudadela que se extendía más allá de los límites del actual parque arqueológico.
Opino que los autores de Sacsayhuamán pertenecían a la llamada civilización megalítica americana que se desarrolló en Suramérica poco después del diluvio universal, a partir del noveno milenio antes de Cristo.
YURI LEVERATTO
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