LA NIÑA PERDIDA EN EL MONTE: ANTONIA TAMAYO
Esta historia sucedió hace ya muchos años; cuando los coches de caballos y carros de bueyes iban y venían por el camino de Villa del Prado a Madrid. Desde aquellos vehículos, los viajeros verían a lo lejos los cerros que rodean Villa del Prado por el norte, igual que los vemos hoy; a un lado del camino. Llenos de pinos, matorral, encinas; éstos montes esconden arropadas por las jaras, historias de lobos, pastores y cazadores.
Allí, un día se perdió una niña del pueblo. Fuere como fuere, la niña, que se encontraba en el monte, se alejó, de su compañía... y cuando quiso darse cuenta, estaba sola, extraviada; y ya anochecía. En poco tiempo, el cielo se oscureció, y ya no se veía nada.
En Villa del Prado sólo lucían las lámparas de aceite y los candiles. La niña permaneció toda la noche perdida. Podemos imaginar el disgusto de la gente del pueblo y el miedo; máxime teniendo en cuenta que los lobos y alimañas podían aparecer detrás de algún chaparro ó entre las jaras a la pobre niña en la oscuridad.
Pasaron las horas ...
Al día siguiente un grupo de personas partió del pueblo a buscar a la niña y ésta apareció felizmente. Naturalmente, a la niña se la hicieron muchas preguntas. ¿Has tenido miedo? ¿Has pasado frío? ¿Has visto algún lobo? ¿Cómo has dormido?...
La niña contó que no había pasado ni frío ni miedo porque una señora que iba por el monte la arropó con un manto y la durmió en sus rodillas.
Los vecinos pensarían si la niña estaba diciendo fantasías. ¿Que señora iba a estar paseando a esas horas por el monte?.
Al día siguiente, los padres de la niña bajaron con ella a la ermita de La Poveda para dar gracias a la Virgen por el feliz desenlace del suceso. Cuando la niña se situó frente al altar, miró a la Virgen de la Poveda y, cambiando el gesto de la cara, comenzó a decir a voces: "¡Esa! ¡Esa es la Señora que me cuidó cuando me perdí en el monte!"
J. Durán
Casos sorprendentes y similares
La Historia de la niña que se perdió en el monte de Villa del Prado era conocida por nuestras abuelas y heredada y escuchada durante años en el pueblo. No se conoce con exactitud cuando pudo suceder ni cómo se llamaba la niña. Hay quien puede pensar "Es leyenda". Otros pensarán "Es un suceso milagroso de los que se narraban tantas veces en el pasado". Lo que quizá sorprenderá al lector es que ésta historia no es única. Al menos en su esencia. Quizá algunos lectores hayan incluso llegado hasta éste artículo siguiendo el caso de Rojales (Alicante) o el de Antonia Tamayo... Para el lector pradeño haremos un viaje a la inversa. Partamos desde el caso nuestro de Villa del Prado y dirijámonos hasta otros pueblos de España donde también se perdieron otras niñas... y también aparecieron sanas y salvas... y también una señora las cuidó por la noche. Cada caso es diferente y el último de ellos, tiene nombres, apellidos, fotografías y la propia voz de una mujer joven, que en 1979, con solo tres o cuatro añitos de edad, vivió lo mismo que la niña pradeña de nuestra original leyenda.
Los investigadores de lo paranormal llaman "Damas blancas" o "Damas protectoras" a seres espirituales de apariencia blanquecina y femenina que, según la casuística o tradiciones antiguas paganas, se aparecen en los bosques para proteger a las personas que en ellos se encuentran, al igual que, según también antiquísimas tradiciones, se pueden presentar seres monstruosos o malos para amedrentar a los que se internen en un bosque de noche. Algunos divulgadores del tema paranormal son partidarios de achacar a las "Damas Blancas" éstos casos de las Niñas Perdidas. En éste artículo, respetaremos cada caso como es y como se narra por la fuente original; si las niñas al ser encontradas dijeron claramente que vieron una aparición de la Virgen María, lo respetaremos totalmente; si en otros casos dijeron haber visto otras cosas, también lo respetaremos. No me parece bien que los de un bando insinúen que todas las apariciones de la Virgen son marcianos o fantasmas de los bosques, ni tampoco me parece bien que los de otro bando achaquen a apariciones de la Virgen las visiones de seres cuya identidad no es suficientemente clara.
Caso de Rojales (Alicante):
También en Rojales sucedió ántes que éste, otro caso, muy estudiado y divulgado, que incluso fue narrado en periódicos como "La Lectura Popular", de Orihuela. Sucedió el 18 de Enero de 1896 cuando la niña Encarnación Hernández se perdió y fue encontrada al dia siguiente en un lugar conocido como "El Barranco del Búho", Al ser hallada dijo no haber sufrido frios ni heladas, pues una señora la había cubierto con su delantal por la noche. Al ser llevada a la iglesia reconoció en éste caso a la Virgen del Carmen como su protectora. Siendo mayor la niña incluso compró una nueva imagen de la Virgen del Carmen para la iglesia de Rojales. Éste caso fue narrado en persona por la hija de Encarnación, Engracia, a los periodistas Javier Sierra y Jesús Callejo en 1997 y se encuentra recogido en el libro titulado "La España Extraña"
Caso de El Picazo (Cuenca):
Caso de Antonia Tamayo; Arroyo Sujayal (Albacete):
El 29 de Diciembre de 1979 la niña Antoñita Tamayo, de 4 años de edad, se perdió en un monte cercano a su pueblo. Inmediatamente los padres alertaron a la Guardia Civil, que con la ayuda de voluntarios del pueblo y perros la buscó durante tres días, hasta que la niña apareció sana y salva caminando por entre los árboles, el 1 de Enero de 1980. Cuando fue llevada al hospital, Antoñita dijo: "Una señora muy guapa y rubia que llevaba un manto venía todas las noches y me daba de beber; no me decía nada, solo me daba de beber y me tapaba con su manto que me daba mucho calor". Durante su estancia en el hospital, la niña dijo que la mujer que se le apareció "se parecía al ángel" del belén que había puesto en el centro hospitalario. Hoy en dia Antonia recuerda estar en el monte, abrir los ojos, ver estrellas y echarse a llorar. Adoptó como "casa" el abrigo de dos viejos árboles: un Enebro y una Sabina, y pasó mucho frío, pero siempre acompañada de aquella mujer rubia que la protegio y alimentó. El caso de Antonia Tamayo fue narrado por revistas como "Hola","Semana" y otros muchos medios de comunicación. Actualmente ha participado en medios de comunicación narrando de nuevo su historia.
Antonia Tamayo en la actualidad, en el programa de TV de Iker Jiménez
Como hemos visto, la historia de la niña perdida que sucedió en Villa del Prado (A la que casi se suma el parecido caso del Pino Niño) es uno más de los muchos casos de "Señoras protectoras", que se han producido a lo largo de la geografía de España, y probablemente de otros lugares del mundo. En nuestro caso, la tradición asegura que fue la Virgen de La Poveda; en otros, otras advocaciones de la misma Virgen protectora que ayudó a éstas niñas perdidas en el monte, y en otros casos, quién sabe qué fue aquello que las protegió. ¿Qué unión hay entre todas éstas historias? La de lo sorprendente y casi mágico. Como hemos visto, no todas son leyendas, pues tienen nombres y apellidos reales, y la veracidad de algunos de éstos casos muy documentados, puede indicar la posible veracidad de otros menos documentados. Se repiten cada cierto tiempo y forman parte de los misterios que conectan éste mundo con ésa realidad paralela que nos visita de vez en cuando, sin que nos demos cuenta a veces.
Fuente:http://villadelprado.blogspot.com/2007/12/la-nia-perdida-en-el-monte.html
Milenio 3 - La Aventura de la niña Antoñita Tamayo